Puede que estés tan acostumbrado a ir a trabajar siempre al mismo sitio que, cuando llega el momento, no sepas del todo bien cómo ir vestido a una comida de empresa. En este tipo de comidas se cierran tratos con clientes, se conocen nuevos contactos, estrechamos lazos con superiores, etc.
Si vamos a comer fuera de la empresa, debemos saber que nos podemos tomar algunas licencias estéticas para salirnos un poco de la formalidad, sin pasarnos demasiado.
Aspecto informal
A pesar de ser una comida de empresa, podemos relajarnos un poco y optar por un look más informal. Eso sí, teniendo en cuenta que no debemos excedernos demasiado. Según el tipo de comida a la que vayamos a acudir podemos optar entre unos estilismos u otros.
Si se trata de una comida entre compañeros, como es obvio, podemos optar por looks sencillos y que transmitan nuestra personalidad. Si vamos a comer con un cliente o la comida tiene como objetivo cerrar algún tipo de trato, debemos potenciar todas nuestras armas con las que transmitir toda la confianza y seguridad en nosotros mismos de la que seamos capaces.
Prendas cuidadas
Las prendas que usemos deben estar cuidadas en cualquier ocasión, pero mucho más si estamos hablando de cómo ir vestido a una comida de trabajo. Todo lo que tenga que ver con nuestro empleo debe transmitir cómo somos de forma profesional, y esto es algo que podemos lograr tan solo con nuestras prendas.
La ropa debe estar siempre limpia, bien planchada y adaptarse a la situación. Nunca uses prendas que estén rotas, manchadas o cuyo aspecto sea ya demasiado viejo. Es mucho más recomendable invertir en unas cuantas prendas de mejor calidad, que comprar ropa barata que no podemos usar más de un par de veces sin lograr un aspecto descuidado.
Transmitir confianza
Sea cual sea el tipo de comida laboral a la que vayamos a asistir, el mundo profesional es uno en el que debemos transmitir toda la confianza que podamos. Por ello, es bueno que se nos vea con un aspecto limpio y cuidado, sin emplear estampados demasiado llamativos o colores estridentes. Además, la ropa que usemos debe ir en consonancia con nuestra personalidad.
Si odias el color azul marino, es mejor que no te compres un traje o una camisa de dicho color para llevarla en una reunión de trabajo, una comida, o a ningún otro evento. Ir con prendas con las que no nos sentimos cómodos se puede traducir en una enorme pérdida de seguridad. Y eso en el ámbito laboral es lo último que debemos buscar.
Joyería discreta
En cualquier aspecto que tenga que ver con el trabajo, aunque sea una comida, debemos optar por una joyería discreta y elegante que haga resaltar el resto del conjunto sin acaparar la atención al completo. Anillos finos y que aporten detalles, una pulsera elegante o una cadena fina al cuello que aparezca por debajo de la camisa son ejemplos de aquellas joyas que puedes usar para transmitir elegancia.
Otra de las joyas que puedes usar para mantener ese aspecto profesional es un reloj. Dependiendo de tus gustos, tu personalidad y algunos otros factores, puedes elegir entre unos u otros. Puedes echar un vistazo aquí para comprobar qué tipo de joyas van más con tu estilo.
Excepción en los zapatos
Aunque los zapatos en el ámbito profesional tampoco deben ser demasiado estridentes, si estamos hablando de una comida es una prenda en la que podemos hacer una excepción. Con el resto del conjunto bien perfilado, podemos poner una nota de color a través de nuestros zapatos o, en el caso de los hombres, incluso con nuestros calcetines.
Si preferimos un aspecto más clásico, lo ideal es optar por lo que siempre queda bien, zapatos oscuros que complementen a la perfección las prendas elegidas.
Saber cómo ir vestido a una comida de trabajo es importante para no mantener el mismo aspecto recto que en la oficina pero tampoco excedernos de informales.