En este artículo vamos a tratar de explicar por qué razón invertir en joyería es una buena decisión, especialmente en estos tiempos tan veloces y de gran incertidumbre como los que ahora vivimos.
Comprar Joyas de Oro
El oro es uno de los pocos activos refugio que ante los vaivenes de las guerras comerciales puede rápidamente transformarse en liquidez, es decir, en moneda. Desde el mes de septiembre del 2018, el oro ha subido hasta un 11% su valor y se prevé una subida mayor para el primer semestre de este año.
Y es que cuando se presentan momentos de incertidumbre económica, de grandes y rápidos cambios, el oro siempre permanece como un valor seguro y atemporal. Difícilmente podemos encontrar en los mercados productos cuya relación valor y perdurabilidad permanezcan coincidentes o incluso crecientes. Nuestras compras rápidamente se deprecian, adquiriendo el calificativo de “agotado”, “caduco” o “descatalogado”. Compramos cualquier aparato electrónico que sale al mercado como la “gran novedad y revolución” y poco tiempo después nos encontramos con un producto obsoleto, irreparable y sin recambios. Todo tiene una fabricación tan rápida, que las nuevas versiones dejan anticuadas nuestras recientes compras, depreciando su valor. Ante tanta saturación del mercado y la desidia de vernos siempre a rebufo, las joyas permanecen como eternos patrimonios familiares que perduran por generaciones.
El mundo de la joyería, y me refiero a la joyería auténtica, las joyas de oro y platino con piedras preciosas como diamantes, rubíes, zafiros o esmeraldas, son valores intemporales que en ocasiones han servido de salvavidas familiares en momentos de crisis económica. Las joyas aportan una gran dosis de coherencia y seguridad, que el mercado actual es incapaz de ofrecer.
Joyas para regalar
Además de enfatizar el aspecto patrimonial y familiar de la joyería, no debemos olvidar que regalar una joya es una de las manifestaciones de amor más significativas, porque siempre se producen en los momentos más importantes de nuestra vida. Pero también es uno de los regalos más altruistas, porque solamente la persona que recibe la joya es quién disfruta del placer de lucirla completamente.
Si comparamos un regalo de joyería con otro tipo de “regalos” más comunes -no necesariamente más económicos-, como son los viajes y experiencias, veremos que el disfrute o el beneficio se dan en ambos y resultan fugaces, pasajeros. En el caso de las joyas sucede justamente lo contrario. Las joyas van dirigidas únicamente a la otra persona y son un símbolo de amor que perdura en el tiempo. Cada joya que regalamos es un episodio de la historia de nuestra vida, es un esfuerzo, un valor. Representan momentos únicos que consiguen mantenerse con vida siempre. En momentos tan importantes como una boda, se aprecia muy bien cómo ponemos énfasis y dinero para destinar al vestido, banquete, viaje, y sin embargo los pendientes de novia, la pulsera de boda o las mismas alianzas quedan reservadas a un segundo o último plano. A pesar de que todas estas joyas estarán con nosotros SIEMPRE; los anillos de compromiso y las alianzas permanecerán en nuestra mano y serán un recuerdo diario del día más importante de nuestra vida; los pendientes de novia podremos vestirlo en otros acontecimientos que tengamos en el futuro y la pulsera de diamantes podremos llevarla cada día junto a nosotras. Pero especialmente las joyas son un legado que dejaremos a nuestro más preciado, verdadero y altruista amor: nuestros hijos/as.
ANILLO DE COMPROMISO ORO BLANCO CON DIAMANTES 0200037
PENDIENTES ORO BLANCO DIAMANTES Y PERLAS
PULSERA ORO BLANCO TRIPLE BRAZO DIAMANTES B10030001